jueves, 29 de marzo de 2007

Este puede ser un año revelador

martes 27 marzo 09:57, subprime dijo
La crisis de las hipotecas 'subprime' es mucho más grave de lo que nos cuentan Doug Kass, columnista de RealMoney, compara las noticias de estos días en los medios sobre el fin de la crisis inmobiliaria con los anuncios del suelo de este mercado que llevamos oyendo desde hace un año -todos equivocados-, e incluso con las previsiones de las autoridades de la época de que la corrección había terminado, en 1929. "No hablo de una depresión, pero aquellos que piensan que el mercado inmobiliario se está estabilizando y que un crédito cada vez más restrictivo no va a repercutir en el crecimiento económico están totalmente equivocados", afirma. Inundación de oferta y desplome de la demanda Para argumentar esta tesis, da un auténtico aluvión de cifras. Los impagos de la segunda mitad del año 2006 se están convirtiendo en embargos, que se encuentran en máximos de 40 años. Hubo 400.000 embargos el año pasado y, si continúa la tasa de impagos actual, este año se superará con creces. A su juicio, entre 2006 y 2007 se pondrán un millón de casas embargadas a la venta, que se añaden a la oferta actual de 3, 75 millones. "La mayoría infravalora la masiva oferta de viviendas que inundará el mercado en el próximo año o dos años". Desde el lado de la demanda, hay que añadir las restricciones para el acceso a los préstamos hipotecarios, en especial en el segmento 'subprime', que es al que corresponden la mayoría de los que compran su primera vivienda. En los últimos años, EEUU ha vivido una era de euforia del crédito -como España-, en la que personas con pocos recursos para hacer frente a sus deudas obtenían sin problemas hipotecas por el 95% del valor de la vivienda a tipos por debajo del mercado. Esto se ha acabado, y sacará del mercado a la principal fuente de demanda inmobiliaria.


http://www.idealista.com/pagina/bol...71201&pagina=37miércoles 28 marzo 21:14, no gain n pain n spain dijo (soy imasdemasi, muy, pero que muy amigo de pisitófilos creditófagos) "no, en españa no hay subprime, no, ¡qué va! " En españa no hay subprime toda vez que no hay puntaje: enlace miércoles 28 marzo 21:22, no gain n pain n spain dijo en españa, el subprime es ¡la regla general! miércoles 28 marzo 23:11, no gain n pain n spain dijo puntaje http://www.terra.com/finanzas/articulo/html/fin829.htmsubprime lender http://www.mtgprofessor.com/A% 20-% 20Type% 20of% 20Loan% 20Provider/what_is_a_sub-prime_lender.htm¿hay puntaje en españa? no. bueno, hay "scoring" dentro de las entidades, pero eso y nada es lo mismo. no hay homogeneidad ni continuidad. no podemos comparar las carteras de crédito de las entidades utilizando denominadores comunes administrados por agencias de rating personal. el banco españa tiene algo que se le parece (como un huevo a una castaña), pero es secreto. nos consta que las cajas de ahorro son las más aventureras. algunas entrarían dentro del "predatory lending".http://en.wikipedia.org/wiki/Predatory_lendingconforme nos vayamos metiendo en el crash y la recesión, ya veréis lo que sale en materia de crédito a promotores. volviendo al tema, entonces, si no hay puntaje, no se puede hablar técnicamente de "subprime lending", porque, por definición, hay "subprime" cuando el deudor no "califica". si trasladásemos los criterios americanos a los balances del sistema nos econtraríamos que, en españa, el subprime es muy superior al americano. una gran pista es el artículo siguiente:www.msnbc.msn.com/id/17709131 American dream turns sour in loan squeeze; Colorado family, enticed by subprime deal, likely to lose home.esta familia es subprime Con un sueldo de 55.000$ anuales (42.000 euros) habiéndose comprado una casa de en Denver solo por 204.000$ (150.000 euros) . resumiendo: evidentemente, en españa no hay subprime lending; ¡eso son cosas de ricos!
miércoles 28 marzo 17:29, otromas dijo
Washington, 28 mar (EFECOM) .- El FMI alertó hoy de que el alto nivel de endeudamiento privado y el "muy elevado" déficit del sector externo en España pueden llevar a un período de "crecimiento lento" e instó a la administración pública a cumplir de forma "ejemplar" la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Estas son las conclusiones "preliminares" de una delegación de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó España del 19 al 26 de marzo y que se reunió con las autoridades económicas, incluido el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, según explicó una portavoz del organismo. El Fondo prevé que el ritmo económico en España se modere, hasta el 3, 5% este año y el siguiente, una cifra que está en línea con el crecimiento potencial de la economía. Estos números hacen que las perspectivas a corto plazo sean "brillantes", pero el organismo internacional advirtió de que en el horizonte "se consolidan las nubes generadas por los desequilibrios acumulados". El Fondo constató las pérdidas "continuadas" de competitividad de la economía, porque los precios y los costos laborales han aumentado más que en los países vecinos, lo que encarece los productos españoles. Además, apuntó que el mercado interno manifiesta "rigideces marcadas", específicamente por la existencia de sectores económicos "protegidos", donde la competencia está restringida, y por la dificultad para despedir a los trabajadores. Por ello, instó al Gobierno a adoptar lo que denomina "reformas estructurales" y advirtió de que es importante que "el calendario político no obstaculice la aprobación de legislación económica y financiera".

Este puede ser un año revelador
http://www.cincodias.com/articulo/opinion/puede/ser/ano/revelador/cdsopiE00/20070329cdscdiopi_5/Tes/
Es natural que, cuando la economía da muestras de un creciente y extraordinario vigor como en 2006, e incluso en el parecer de muchos mejora su anómalo e insostenible modelo de crecimiento, quede aparcada la superación de las asignaturas clave para el futuro que los problemas estructurales han ido creando.
Hay que destacar en primer lugar, por su veteranía, un excesivo aumento de los precios que siempre ha sido y sigue siendo el talón de Aquiles de la economía. Por eso resulta sorprendente que esta cuestión no haya sido prioritaria en un Gobierno socialista, pues son las clases sociales menos favorecidas las que sufren sus efectos nocivos.
Otra asignatura ha sido la productividad de trabajo, que antes se superaba con nota. Últimamente se han echado las campanas al vuelo porque por fin parecía que la productividad salía de su prolongada atonía, pero un mínimo examen de los datos relevantes pone sordina al tañido de esas campanas. Es cierto que la productividad creció en 2006 un 0,8%, pero eso se debe a un aumento del 3,3% en la industria y un (sorprendente) 2,2% en los servicios de no-mercado (es decir las Administraciones), resultado de un (increíble) crecimiento en el último trimestre de casi el 12% en tasa anualizada, mientras caía en todos los demás sectores.
Si las previsiones oficiales de fuerte crecimiento para 2007 se cumpliesen, la superación de estas asignaturas seguiría quedando para septiembre. Es posible, sin embargo, que el fuerte crecimiento tendencial haya inducido un falso optimismo en las previsiones. Parece, en efecto, a juzgar por las sucesivas revisiones al alza hechas a las previsiones del último año, tras la aparición de nuevos datos, que el método utilizado es una simple y candorosa extrapolación de la tendencia más reciente.
Pero así se está introduciendo un sesgo alcista en la extrapolación, pues ese mayor vigor económico se debe a los efectos directos e indirectos de una fuerte y anómala aceleración en la construcción de viviendas al anticiparse la iniciación de las obras para eludir la aplicación de nuevas normas sobre la construcción a partir de este año.
También el sector exterior parece haber introducido el mismo sesgo en las extrapolaciones. Es cierto que en 2006 ese sector invirtió la creciente acción contractiva de años anteriores y tuvo un efecto expansivo del 0,7% del PIB, lo que se llegó a celebrar como el inicio del cambio del patrón de crecimiento. Pero parece que esta inesperada mejora del sector exterior fue flor de un día, fruto de la erraticidad de los datos del comercio exterior. Otra cosa no puede explicar que ese efecto expansivo se haya concentrado exclusivamente en el primer trimestre con una tasa anualizada del 2% del PIB, como consecuencia de un aumento de las exportaciones de bienes de casi el 50% medido de la misma forma, mientras las importaciones lo hacían a un ritmo mucho menor. El efecto contractivo continuó e incluso se aceleró durante el resto del año con una caída significativa de las exportaciones y un aumento importante de las importaciones.
Esta tendencia del sector exterior deja ver bien a las claras que el patrón de crecimiento sigue inmutable como, por otra parte, era de esperar, pues los factores que podían cambiarlo, fundamentalmente la competitividad, tanto de costo como de calidad, continúa su persistente deterioro.
Y es probable que sus efectos perniciosos continuen e incluso se podrían acentuar en 2007. Primeramente porque, como es bien sabido, los efectos acumulativos del deterioro de la competitividad aumentan con el paso del tiempo. Eso se percibe en nuestras ventas a la zona del euro que en 2006 crecieron en volumen sólo la mitad que lo hizo ese mercado. Después, porque el dólar va a proseguir, como lo desean las autoridades norteamericanas, su gradual, cautelosa e inevitable caída frente al euro, con la correspondiente apreciación de ésta divisa.
Se puede concluir diciendo que estadísticamente hablando la extrapolación naïve de las tendencias recientes como método de predicción es poco fiable y los casos de Japón e Italia son paradigmáticos. Tras su prolongado milagro económico, Japón necesitó más de 15 años para salir del desastre de su burbuja inmobiliaria. Italia, que ha basado su milagro económico en el dopaje devaluatorio de la lira, pasó por un largo periodo de síndrome de abstinencia y estancamiento tras el acceso al euro.
La economía española adolece de estos dos síndromes que aquejan a estas dos economías. Una continua y creciente burbuja inmobiliaria y una importante pérdida de competitividad que ya no se puede recuperar como antes con la devaluación de la divisa.
No hay por qué pensar que la economía española vaya a sufrir los mismos efectos que estos síndromes han tenido en esos dos países. Pero dado que las circunstancias son muy similares, ya que tampoco en España se han podido (¿o querido?) tomar las medidas paliativas adecuadas, no se puede excluir que antes o después uno de los síndromes (o los dos) desemboque en un largo periodo de estancamiento económico.
Anselmo Calleja. Economista y estadístico

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