domingo, 11 de enero de 2009

Las duras lecciones de 2008

¡Qué año! No he visto otro año igual en toda mi vida que tan elocuentemente haya descrito el escenario de burbuja-pinchazo como lo fue 2008. Si miráis gráficos de las materias primas, por ejemplo, de este año, veréis que se parece al Everest; subiendo durante los primeros seis meses y bajando en vertical a lo largo de los últimos. La bolsa, desde luego, fue el mayor show terrorífico en muchos países. El año estuvo lleno de controversias, miedo, incertidumbre y un sinfín de emociones. Pero ¿qué es lo que hemos aprendido? ¿Qué lecciones vamos a sacar de este tumultuoso año? Aquí tenemos algunas de las que espero que hayamos aprendido (sobre todo los empresarios y políticos americanos).

Lección 1: La deuda y el apalancamiento son unas armas temibles que pueden destruirnos (si perdemos el control). ¿Cuántos hedge funds, bancos de inversión y entidades financieras fueron borrados del mapa de un plumazo porque habían llegado demasiado lejos? ¿Cuántos propietarios de viviendas sintieron la implacable mano de la destrucción cuando su deuda se ha vuelto insostenible siguiente la falacia de que el valor de sus viviendas no podía hacer otra cosa que seguir subiendo? Usada con moderación y sabiduría, la deuda ayuda. Como estratega financiero, no comparto la idea de que hay que evitar la deuda por completo.

En la conferencia que di en diciembre (Financial Vortex) comenté que si entramos en depresión con alta inflación, entonces pagar tranquilamente un bajo interés, el interés fijo de una hipoteca a 30 años, no es mala idea. Creo que la inflación será reavivada por nuestro extremadamente receloso gobierno en los próximos meses y pienso que llegará a ser de doble dígito (si no más) durante los años 2009 – 2011. ¿Y por qué no pagar, digamos, una hipoteca a 30 años a un 4% si la inflación está en un 10% lo cual hará subir las inversiones protegidas contra la inflación? Obviamente, el resto de vuestra situación financiera tiene que estar bien (como, por ejemplo, tener una fuente estable de ingresos). El problema es controlar la deuda y mantener los límites.

Lección 2: El viejo debate de cómo reducir el déficit del presupuesto (“más impuestos” contra “menos gastos”) ahora debe ser resuelto. Durante décadas estaba escuchando el cansino debate sobre cómo reducir el déficit por cuenta corriente del gobierno. Una parte de los economistas decía que el déficit era el resultado de un elevado gasto. Otra parte declaraba que la mejor cura para reducir dicho desajuste es mediante el incremento de los impuestos (“los impuestos están muy bajos”). Luego teníamos otra tercera corriente, centrista digamos, que proclamaba “necesitamos una combinación de la reducción de gastos y de la subida de los impuestos”. ¿Qué es lo que nos dice el año 2008 sobre este debate? Nos dice, con vehemencia, que los déficits presupuestarios son causados por el exceso del gasto. ¡Ahora estamos entrando en la época de déficits billonarios! No existen impuestos suficientes para resolver este problema. No podemos seguir gastando de manera tan monstruosa.

La deuda americana subió a más de 10 billones de dólares en octubre pasado y a la hora de escribir este artículo está alcanzando 12 billones, aumentando rápidamente. Todos aquellos cerebritos políticos que claman por reducir la deuda mediante subida de los impuestos se enfrentan a (a) que la deuda quedará sin saldar y (b) causará un grave daño a la economía. Repito: los impuestos no ayudarán a limar el desequilibrio y realmente causarán un daño irreparable dado que los impuestos más altos en realidad perjudican la economía. Cuando la economía está dañada, las recaudaciones bajan y el déficit aumenta.

En el sector privado, cualquier empresa o individuo que gasta más de lo que ingresa está siendo llamado al orden por el mercado, castigado con dureza económicamente, y acabando en quiebra. ¡Pero los gobiernos no!

Y no solamente estoy hablando sobre el gobierno federal; miren lo que sucede con los gobiernos de los estados. Según el último informe, 41 de los 50 gobiernos estatales han incurrido en graves déficits y muchos de ellos intentarán resolver los errores de su gestión financiera pidiendo dinero al gobierno federal y… adivinad… subiendo los impuestos. ¿Cuándo aprenderán? Gastan mucho más de lo que cualquier ingreso por recaudación de impuestos puede permitir. Y sí… la mayor parte del gasto recae en los funcionarios, esta lección es muy parecida a la que hemos descrito en la Lección 1.

Lección 3: John Maynard Keynes estuvo equivocado. ¡Equivocado! La economía keynesiana tiene que ser descartada inmediatamente. Sí… es cierto. En los años 80, finalmente aprendimos que el Marxismo y el socialismo fueron (y siguen siendo) teorías muy estúpidas y destructivas, políticas económicas coactivas. Los únicos sitios donde estás horrorosas y retrasadas políticas “funcionaron” fue en los cerrados sótanos de las facultades de económicas de algunas universidades americanas (¡Que dios se apiade de nuestras almas!). Ahora, al igual que entonces, necesitamos aprender.

La economía keynesiana nos llevaría a un terrible multibillonario tumulto. Las administraciones de economía de Clinton y Bush fueron expertas en el pensamiento económico keynesiano y (desafortunadamente) la administración del nuevo presidente también está inmersa en estas ideas destructivas. Las políticas basadas fundamentalmente en ideas defectuosas resultan ser fundamentalmente defectuosas políticas. Es por esto por lo que se me antoja que nuestros problemas económicos (a) no se van a solucionar y (b) empeorarán progresivamente.

El siguiente apartado aportará algunas de las razones de por qué las ideas económicas keynesianas están equivocadas. Pasemos a la siguiente lección.

Lección 4: Ludwig von Mises y la escuela austriaca de economía tenían razón. Los últimos 80 años (y la actual crisis) ahora nos proporcionan una amplia prueba de ello. Mises predijo correctamente la Gran Depresión años antes de que ocurriera mientras la mayoría de los economistas estaban ciegos y luego se sintieron sorprendidos. Mises correctamente diagnosticó y reveló el problema de las subidas, las burbujas y los crashes. En repetidas ocasiones indicó los problemas causados por la planificación centralizada de los gobiernos, asimismo cómo las emisiones del nuevo dinero destruían el sistema, describiendo el abuso propiciado por los políticos y banqueros centrales. Podéis leer sus obras en www.Mises.org y os animo a cada uno a investigar sobre los temas que plantea Mises. Y ¡por favor! hablad de sus obras a cada profesor de universidad que conozcáis. ¿Cómo podemos resolver los crónicos problemas económicos, siguiendo las enseñanzas de Keynes y Marx e ignorando las ideas de Mises?

Lección5: Cuanto más autosuficientes y más responsables seamos, mejor nos irá. Las empresas y las agencias gubernamentales, todas están en una situación muy delicada y hemos aprendido que podemos perder nuestro empleo muy fácilmente. Nos quedaremos sin pensión. Nuestra carrera estará arruinada. Nuestras casas pueden perder el valor y nuestra deuda será nuestra pesadilla. Aquellos que han sobrevivido el año 2008 básicamente intactos son los que pudieron controlar su situación y son los que no asumieron aquello de “ya vendrá alguien y me rescatará”. De ahora en adelante, asumid que NADIE se va a preocupar por vosotros, ni por vuestro bienestar, ni por vuestro dinero, ni vuestras pensiones, ni por vuestro futuro financiero. Y ahora a ver si me equivoco, muchas cosas que os tenían que arreglar los demás, ¿a qué no han salido tan mal que os esperabais?  Pero no os acostumbréis.

Por ejemplo, ¿qué haríais si la Seguridad Social quebrara? Pues entonces, la gente mayor de 60 años debería de gozar de una buenísima salud, porque si no… Aconsejo a mis estudiantes planificar su jubilación sin depender de la Seguridad Social porque si todos vamos a depender de las pensiones de la Seguridad Social, este organismo no durará ni dos telediarios. Es mejor asumir que nadie vendrá a nuestro rescate porque si no lo hace, estaremos preparados. Los años venideros no van a ser nada alentadores; cuidad de vosotros, de la gente que os rodea y ganaréis. Mirad a la gente que ser arruinó en 2008 (y lo que se arruinarán en los próximos años) y aprended que no podemos depender de terceros para que nos garanticen el mínimo para vivir decentemente.

Seguro… que hubo más lecciones que nos dio el fatídico año 2008. Pero he de recordar una lección más: los artículos largos nunca se leen. En cualquier caso, os deseo un feliz y próspero año nuevo (y si no es así, hemos de HACER que sea así).

Paul Mladjenovic, CFP

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