miércoles, 5 de diciembre de 2007

El imperio mundial del ladrillo caerá en 2008, según el 'gurú' Schiller

El imperio mundial del ladrillo caerá en 2008, según el 'gurú' Schiller
Máximo experto en mercados inmobiliarios, el profesor Robert Shiller ha creado un índice para valorar la evolución del precio de la vivienda que prevé el final del boom inmobiliario tanto en EEUU como en otras partes del mundo.

Predice incluso que el año 2008 será un ejercicio de precios inmobiliarios a la baja en todo Estados Unidos, un hecho raro en un mercado tan diferente geográficamente.

En el año 2000, con su libro Irrational Exuberance, que se convirtió en un bestseller, había previsto el fin de la burbuja bursátil relacionada con los títulos de la electrónica y de la informática. Shiller, que da clases de Economía y Finanzas en Yale desde 1982, está considerado uno de los mejores exponentes del comportamentismo contemporáneo, la escuela económica que mira con escepticismo la presunta racionalidad de los inversores y prefiere acudir a menudo a la psicología para explicar a fondo algunos fenómenos, entre ellos los relacionados con las burbujas del mercado.

Guiado por su instinto

Algunos, en el pasado, le reprocharon a Shiller una previsión miope, porque la burbuja de las .com fue seguida a partir de 2002 de otros cinco años de buenos resultados en los mercados accionariales. "Hace tiempo que saqué del dólar mis inversiones personales", observa Shiller que, a sus 61 años, quedaría perfecto en el papel de joven profesor de una serie televisiva. "Las partidas corrientes hablaban claro", dice, admitiendo que se dejó guiar sustancialmente por ese criterio y por su instinto.

El artículo que catapultó al joven Shiller al estrellato de los economistas se remonta a 1981. Se trataba de un ataque directo a la teoría de las expectativas racionales. Demostraba, de hecho, que Wall Street se movía en aquella época mucho más que lo que podía indicar un modelo, en el que los precios se corresponden con el valor actual neto de los dividendos futuros racionalmente esperados.

"Si analizamos el mercado inmobiliario, vemos que el fuerte aumento de los precios ha afectado no sólo a Estados Unidos, sino también a otros mercados. A casi todos los mercados más importantes, excepto Alemania. Ahora bien, hablando del caso americano, que es el que conozco mejor, no consigo encontrarle explicaciones racionales", asegura.

Un fenónemo nuevo

A su juicio, se trata de un fenómeno nuevo en Estados Unidos tanto por su amplitud, desde el último trimestre de 1996 al primer trimestre de 2006, con un aumento de los precios reales de un 70% a escala nacional; como por el hecho de que nunca se había producido una subida así.

Sólo la psicología puede explicar el fenómeno: "Creo que, por un lado, se ha venido abajo la idea de que una vivienda nunca pierde valor y la verdad es que desde la Segunda Guerra mundial hasta ahora siempre fue así, al menos en cuanto a su valor nominal. Naturalmente, el bajo coste del dinero ayudó a ello. Y por el otro, se ha extendido la convicción de que tener una casa será cada vez más costoso, porque hay mucha gente que aspira a tenerla y porque los materiales de construcción costarán cada vez más".

De todas formas, estamos en el reino de la irracionalidad. El coste de una casa nueva viene determinado por el precio del terreno y por el coste de la construcción. "El terreno incide, en Estados Unidos, en un 15% de los costes efectivos. Y siempre fue así. Los costes de construcción subieron gradualmente pero, a fin de cuentas, no demasiado, porque a los materiales cada vez más caros se respondió con técnicas más eficaces y, por lo tanto, menos costosas. Las sucesivas subidas no han tenido justificaciones racionales, al menos no para que los precios subiesen en esa medida".

Primera bajada desde 1933

¿Las consecuencias? "Prevemos que el 2008 será el primer año generalizado de bajada de los precios de las viviendas en todo Estados Unidos por vez primera desde 1933". Shiller no se atreve a avanzar cifras, pero recuerda que por un fenómeno entonces extraño los precios de las viviendas bajaron en EEUU desde 1925 a 1933, comenzando, pues, la bajada en pleno boom económico. Y el año final de aquel ciclo fue la última vez que se produjo un descenso a nivel nacional. Un descenso que se volverá a repetir ahora.

"Como el final de cualquier boom, también el final del inmobiliario tiende a provocar una restricción crediticia". ¿Y afectará a la caída del dólar? "La burbuja inmobiliaria no fue sólo una cuestión americana". Pero la crisis de las hipotecas subprime, sí. "Eso es cierto, fue sobre todo un asunto americano". Pero el ciclo del dólar se rige principalmente por las cuentas americanas con el exterior, que estaban en números muy rojos y que ahora, tras el descenso del dólar, están mejorando. Todos los ciclos terminan por un incidente cualquiera, que acelera los elementos de debilidad".

No hay, pues, crisis de Occidente. No hay eclipse del capitalismo estadounidense. No hay final del dólar como moneda internacional de referencia. No hay paso del testigo a Asia. Entre dinero fresco o fácilmente disponible, el Golfo dispone, según diversas estimaciones, de más de 2.000 millones de dólares preparados para invertir. Una vez y media el PIB entero de un país como Italia.

http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/323577/12/07/Ano-2008-la-caida-del-imperio-del-ladrillo.html

La economía mundial a inicios del siglo XXI (XI)
¿El capital deja de ser escaso?

Orlando Caputo Leiva
Rebelión

En el documento “Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía mundial?” de mediados de 2004, y publicado por CLACSO en el libro “La economía mundial y América Latina”, en un apartado especial nos referíamos a este neurálgico e inquietante tema, bajo la siguiente pregunta: “¿Abundancia o escasez de capital?”, en que señalábamos:

“Es posible que el capitalismo mundial esté pasando a una etapa en que el capital se hace relativamente abundante. Junto con el capital que se amplía por los incrementos de la producción y de las ganancias, ha tomado fuerza creciente el capital dinero que tiene su origen en los Fondos de Pensiones, los que en su origen corresponden a una parte de la masa salarial, pero que como ahorro en dinero se transforma en capital dinero. También actúan en este sentido los Fondos de Inversiones que captan ahorros de múltiples sectores y lugares, incrementando la disponibilidad de capital.

Una situación como la actual nos recuerda los señalamientos de Marx y de Keynes en el sentido de que en etapas avanzadas del capitalismo, se producirá un exceso de capital que lo lleva a que deja de ser escaso en términos relativos. Keynes señala: “Estoy seguro de que la demanda de capital está limitada estrictamente en el sentido de que no sería difícil aumentar la existencia del mismo hasta que su eficacia marginal descendiera a una cifra muy baja [..], Ahora bien, aunque este estado de cosas sería perfectamente compatible con cierto grado de individualismo, significaría, sin embargo, la eutanasia del rentista, y, en consecuencia la del poder de opresión acumulativo del capitalista para explotar el valor de escasez del capital [...] El propietario de capital puede obtener interés porque aquel escasea, lo mismo que el dueño de la tierra puede percibir renta debido a que su provisión es limitada; pero mientras posiblemente haya razones intrínsecas para la escasez de tierra, no las hay para las del capital [...] Pero aún así, todavía sería posible que el ahorro colectivo pudiera mantenerse, por medio de intervención del Estado, a un nivel que permitiera el crecimiento del capital hasta que dejara de ser escaso [...] Veo por tanto, el aspecto rentista del capitalismo como una fase transitoria que desaparecerá tan pronto como haya cumplido su destino y con la desaparición del aspecto rentista sufrirán un cambio radical otras muchas cosas que hay en él” ( Keynes, John Maynard ‘Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero’1956, 360 y 361)”

En el Informe reciente -abril 2006-, del Fondo Monetario Internacional, World Economic Outlook, se dice lo siguiente en relación a la tasa de interés de largo plazo:

“Por el comportamiento de las dos últimas décadas del siglo XX, las tasas de interés de largo plazo medidas en términos reales y nominales han sido muy bajas […] Pero también las tasas reales de largo plazo de los bonos del gobierno [desindexados] son también bajas en Estados Unidos y en Europa. En el mismo período la tasa de interés a diez años de los bonos del Tesoro, deflactados por las expectativas de la tasa de inflación para los diez años siguientes, fue de cerca del dos por ciento”.

A continuación agrega, que sin embargo, en una perspectiva histórica las tasas de los bonos no aparecen inusuales. Compara el período de 1870 hasta el inicio de la primera Guerra Mundial.

Trasladándonos al pasado, Marx destaca en su época, el comportamiento de la tasa de interés en relación al ciclo económico y las tasas de interés en una perspectiva histórica. En relación a lo primero señala: “Veremos que en la mayor parte de los casos, el bajo nivel de interés corresponde a los períodos de prosperidad o de ganancias extraordinarias y que el tipo máximo de interés, hasta llegar a un nivel usurario se da en los períodos de crisis”.

Marx, basándose en un documento de 1849, señala que, “A partir del verano de 1843 se observa un estado manifiesto de prosperidad; el tipo de interés, que en la primavera de 1842 era todavía del 4 ½ %, descendió en la primavera y en el verano de 1843 al 2%, llegando en septiembre hasta el 1 ½% […] Más tarde, durante la crisis de 1847 subió hasta el 8% y aún más.”

A continuación Marx agrega:

“Es cierto que, por otra parte el bajo interés puede coincidir con la paralización de los negocios y un interés moderadamente alto con un estado creciente de animación”

En una perspectiva histórica, Marx señala lo siguiente:

“Pero existe también una tendencia del tipo de interés completamente al margen de las oscilaciones de la cuota de ganancia. Tendencia que obedece a dos causas fundamentales” En relación a la primera causa, citando un documento de 1836 señala:

“[…], pues a medida que un pueblo progresa en el desarrollo de la riqueza, surge y va creciendo cada vez más una clase de gentes a quienes el trabajo de sus antepasados pone en posesión de fondos de cuyos intereses puede vivir. Muchos, aún aquellos que en su juventud y su edad madura han participado activamente en los negocios, se retiran para vivir tranquilamente en su vejez a costa de las sumas acumuladas. Estas dos clases tienden a aumentar a medida que crece la riqueza del país, […]”

Más adelante agrega:

“Por eso en los países viejos y ricos la parte del capital nacional cuyos propietarios no quieren emplearlos por sí mismos representa una proporción mayor respecto al capital productivo de la sociedad en su conjunto que en los países nuevamente organizados y pobres. No hay más que fijarse en lo numerosa que la clase de los rentistas es en Inglaterra. En la misma proporción en que se aumenta la clase de los rentistas crece también la de los prestamistas de capital., pues son unos y los mismos”.

En relación a la segunda causa de la disminución a la tendencia de la baja de la tasa de interés se debe al desarrollo del sistema financiero, Marx señala lo siguiente:

“El desarrollo del sistema de crédito, hace que por mediación de los banqueros, los industriales y comerciantes puedan disponer en proporción creciente sin cesar de los ahorros de los dineros de todas las clases de la sociedad y la concentración progresiva de estos ahorros para formar masas en que pueden actuar como capital-dinero, tienen que pesar necesariamente sobre el tipo de interés”

En el documento del FMI de abril de 2006, como hemos señalado, se afirma que en los últimos años las instituciones financieras tienen un excedente de ahorros, pero señala también que las empresas productoras de bienes y servicios también han incrementado sus fondos propios.

“Las corporaciones financieras han registrado una positiva y creciente posición excedentaria de ahorro desde inicios de los noventa. Los desarrollos del sector financiero están relacionados con factores estructurales que son específicos de las instituciones financieras y por lo tanto parecen ser parte de una tendencia de largo plazo” (página 139)

Señala también que las instituciones financieras tienen un exceso de recursos (por ejemplo, las ganancias no distribuidas han superado los gastos de capital) desde inicios de la década de los noventa, generando un fuerte incremento de las ganancias no distribuidas, alcanzando en 2004 el mayor valor de dichos excedentes en las dos últimas décadas.

En relación al ahorro privado de las empresas y de las familias se señala:

“En un fuerte contraste de un secular declive del ahorro de las familias, el ahorro de las empresas en los países del G-7 se ha incrementado fuertemente en las últimas décadas”.

En el documento de FMI de abril de este año, en relación a las empresas productoras de bienes y servicios señala lo siguiente:

“El sector corporativo no financiero ha tenido un cambio más recientemente y han llegado a ser prestamistas netos (y ha impulsado profundamente el comportamiento reciente del conjunto del sector corporativo). Parte de este cambio se refleja en la disminución de los pagos por intereses que han tenido lugar por la caída de las tasas de interés nominal debido a la inflación. Sin embargo, aun después de los ajustes por inflación, el exceso de la posición de ahorro de las empresas no financieras de los países del G-7 en los en los años recientes se mantienen como un fenómeno inusual desde una perspectiva histórica”.

Es necesario aclarar que el ahorro de las familias y las otras categorías económicas utilizadas en el documento del FMI están referidos a los resultados anuales y a la composición de las diferentes cuentas del PIB anual. Por lo que no se refieren al stock o fondos acumulados de los rentistas individuales, ni se refiere al stock de los montos acumulados por muchos años en los fondos de pensiones

Esta transformación de los flujos anuales en los últimos años, es tan grande que en el documento del FMI, se incluye el tema en un capitulo especial, dentro de los cuatro capítulos del documento. El capitulo IV y final del documento se titula: “Abundancia de efectivo: ¿Por qué ahorran tanto las empresas?”

El resumen de está capítulo se inicia señalando: “El inusitado ritmo de acumulación de activos en las empresas es un factor clave del actual bajo nivel de las tasas de interés mundial y a largo plazo. Durante 2003-04, (el año más reciente del que se disponen datos) las empresas en los países del G-7, acumularon US$ 1 billón 300.000 millones en activos financieros. Esta cifra es más del doble del tamaño de los superávit en cuenta corriente de los países de mercados emergentes y en desarrollo en el mismo período, y adquirió notoriedad cuando el Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se refirió a ella como una “saturación del ahorro” mundial.

La explicación del exceso de ahorro de las empresas productoras de bienes y servicios es explicada en el reciente documento del FMI con el siguiente planteamiento:

“Uno de los factores detrás del incremento del exceso de ahorro del sector de las empresas no financieras desde 2000, ha sido el fuerte incremento de las ganancias (ganancias después de intereses e impuestos como porcentaje del PGB) que ha apoyado el alto ahorro corporativo, a pesar del incremento del pago de dividendos”

En el documento del FMI se reconocen dos hechos trascendentes: el predominio del capital productivo y la disminución de la dependencia del capital financiero que analizamos en la nota anterior, el exceso de capital en la actualidad. La disminución de la escasez relativa del capital que podría llevar a un cambio cualitativo en una perspectiva histórica positiva para la sociedad - eutanasia relativa de los rentistas-, pero también el exceso relativo de capital puede llevar a una gran crisis, que provoque una gran desvalorización del capital dinero y del capital productivo.


1 Economista de la Universidad de Chile. Investigador del CETES y del Grupo de Economía Mundial de CLACSO y de la Red de Economía Mundial, REDEM. Agradezco la colaboración de la economista Graciela Galarce en la elaboración de este documento.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=32364

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