Acerca de la vivienda en España hoy o de cómo los pobres no heredarán la tierra
Hay mucha gente en España que para vivir debe morir. Que para acceder a una vivienda digna debe dejarse toda su vida en ello. Un tanto por ciento muy elevado de gente está endeudada hasta las cejas para poder pagarse su vivienda. El precio de las casas hoy día es desorbitado.
Muchos jóvenes se quedan a vivir hasta muy tarde en casa de sus padres porque, ni empeñándose, les es posible acceder a una vivienda digna. No es fácil soportar las hipotecas necesarias para poder pagar ese desmedido precio. Un tanto por ciento muy elevado de gente a la que ni conozco ni sé dónde están, pero existen, se está forrando económicamente a base de engañar, timar y estafar a los anteriores. Entre los que se enriquecen de esa manera hay muchos promotores y arquitectos que navegan en el proceloso mar inmobiliario.
Y, finalmente, un tanto por ciento menos elevado de gente a la que sí se conoce y sí se sabe dónde trabajan, está permitiendo, protagonizando y promoviendo tamaño desatino. Y salen en los periódicos. Y deben estar enriqueciéndose ellos o sus mujeres (lo suelen poner a nombre de ellas que, claro, no salen en los periódicos), porque si no, no tiene explicación esta situación absurda. Entre éstos se encuentran muchos políticos de uno y otro bando, y también muchos arquitectos y conseguidores varios. Como decía un buen amigo mío, todos ellos con un gran espíritu de recogimiento.
Pues si no, ¿cómo se explica que la construcción en 2005 cueste unos 600 euros por metro cuadrado y luego en el mercado (no sólo de Madrid) se venda 10 veces más, a 6.000 euros por metro cuadrado? Que se haga esto con cualquier otro producto puede parecer bien a algunos (el mercado del libre comercio le llaman). Pero no debería parecer bien a nadie el que esto ocurra y se permita con el bien de primera necesidad por excelencia que es la vivienda.
Se nos dirá entonces que no es así. Que la vivienda social que ellos promueven, los políticos de ambos bandos, sólo cuesta la mitad, 3.000 euros por metro cuadrado. Pues a mí me sigue pareciendo inmoral. ¡Cinco veces más que el precio de coste! Es como matar, no se mata menos si se mata la mitad. No se roba menos si se roba la mitad. Y es que a algunos nos enseñaron a no matar y a no robar, sin más.
¿Y dónde esta el quid de esta cuestión tan peliaguda? ¿en el coste de la construcción? No. Cualquier constructor honrado, que los hay, haciendo bien las cosas, con buenos materiales y en los plazos precisos y con una buena calidad, puede construir una vivienda hoy, en el año 2005, a 600 euros por metro cuadrado. Y ganándolo bien.
¿Será entonces cuestión del suelo? Pues sí. Es el dichoso suelo. La tierra, “la buena tierra” de aquella preciosa novela de Pearl S. Buck, se ha convertido en el quid de la cuestión. Un suelo que no vale 'nada' un día, al día siguiente, por mor de una 'declaración de suelo urbano', puede valer mil veces más. Claro que lo suele comprar por 'nada' el mismo que luego lo declara 'urbano'. Con personas interpuestas ¡claro!, con testaferros. ¿No les parece a ustedes muy significativo que ninguno de los partidos políticos, ni cuando llegan ni cuando se marchan, ni cuando vuelven a llegar ni cuando vuelven a marcharse, digan nada del tema... del tema que más nos preocupa a todos y a cada uno de los que somos ciudadanos de a pie? Curioso. Aquello de que “los pobres heredarán la tierra" debe ser mentira. Los pobres heredarán otra cosa. Pero no la tierra. Pero no el suelo. Y mucho menos si es suelo 'urbanizable'.
Socializar el suelo o morir. Así es porque creo que, a estas alturas, es la única posible solución para acabar de raíz con este cáncer de la sociedad en la que vivimos. ¡Ya empezamos! Dirán algunos. Pues eso, ¡a ver si empezamos! Porque una Ley del Suelo muy antigua (del 56), que parece que sigue vigente, preveía un alto porcentaje de reserva del suelo urbano para vivienda social. Vivienda social, ¿les suena? O no se ha cumplido o se la han saltado a la torera.
Yo les podría decir que la última vivienda que ahora tengo entre manos, a punto de terminarse, se levanta sobre un rectángulo de 18 por 30 metros, con dos jardines y una amplia piscina, con un cuarto de estar de 80 metros cuadrados y un techo de ocho metros de altura, y con cuatro dormitorios y tres baños, y que va a costar menos de 250.000 euros. A lo mejor no se lo creen. Pues es verdad. ¿El secreto? El suelo, que es eso que ahora llaman gratis total. A lo mejor a esto se le puede llamar 'vivienda social' con toda propiedad.
Claro que la última vivienda que construí, mayor que la anterior, costó también 300.000 euros hace sólo dos años. Tiene más de 450 metros cuadrados y ha sido publicada en medio mundo. Por hermosa que no por barata. Y la anterior a ésta sólo costó 120.000 euros y anda ya por varias portadas de libros de Arquitectura. El secreto, una vez más, era el suelo, que en ambos casos era asequible.
Han llegado las cosas a tal extremo que la única solución es cortar por lo sano, como con el cáncer. Socializar el suelo, liberalizarlo, nacionalizarlo si fuere preciso, que lo es. Ni yo, ni ningún arquitecto que quiera dar lo mejor de sí a la sociedad puede acabar haciendo sólo casas para ricos. Una vez que intenté hacer viviendas sociales me echaron porque me negué a la corrupción que me proponía el correspondiente organismo oficial que, por cierto, todavía sigue vivo y coleando. Muy vivo y muy coleando.
Sonaba hace años una pegadiza canción de un estupendo grupo canario, los Sabandeños, que tras enumerar diversos signos de poder económico preguntándose “¿de quién es este…?”, volvía siempre al estribillo que repetía: “Es de los intermediarios en el negocio frutero”. Pues eso, el tema de la vivienda hoy día ha acabado como lo de la fruta canaria. En manos de los intermediarios. Con la diferencia de que la fruta es prescindible y la vivienda no.
* Alberto Campo Baeza es arquitecto.
http://www.elconfidencial.com/cache/2007/06/06/93_acerca_vivienda_espana_pobres_heredaran_tierra.html
El mejor gestor español de fondos habla de desplome inmobiliario y "tiempos difíciles"
Francisco Paramés, gestor del fondo español que mejor se ha comportado en los últimos cinco años, recomienda a sus clientes que reduzcan su exposición a los valores nacionales. Y es que espera que el desplome del mercado inmobiliario arrastre consigo a empresas que dependen de la economía española, que "se enfrenta a tiempos muy difíciles".
Hace unos meses Paramés recibió una nota escrita a mano del multimillonario Warren Buffett en la que le ped¡a su opinión sobre invertir en España. Y aunque le emocionó que le pidieran su consejo, no se mostró muy optimista sobre la economía del país.
Paramés, que supervisa la inversión de 6.000 millones de euros en Bestinver Asset Management, con sede en Madrid, pronostica que el desplome del mercado inmobiliario se extenderá arrastrando consigo a empresas que dependen de la economía española. Sus previsiones le han llevado a no comprar acciones de inmobiliarias españolas en los últimos cinco años.
"Mucha gente acabará en el paro", advierte Paramés, de 43 años. "Nuestra apuesta más importante es la que no se ve: que no apostamos por la econom¡a española, que se enfrenta a tiempos muy difíciles por la burbuja crediticia", explica.
Las obras para la construcción de viviendas iniciadas en 2006 en España alcanzaron 664.924 unidades, según el Ministerio de Vivienda, casi tres veces el volumen del Reino Unido. Paramés recuerda que "la actividad crediticia ha subido un 25 por ciento anual durante seis años'', algo que "nunca había pasado en ningún lugar del mundo, ni en China".
Estrategia
Paramés está recomendando a sus clientes que incrementen sus inversiones en acciones globales en detrimento de los valores españoles. También está relajando las condiciones que le requieren mantener primordialmente acciones españolas en su principal fondo, Iberia, así como comprando más acciones portuguesas y empresas pseudo-locales como Arcelor Mittal, la mayor acería del mundo, con sede en Rotterdam, y cuyas acciones cotizan en Madrid.
La estrategia está recompensando a Paramés. El fondo de renta variable de Bestinver Bolsa, con una cartera de 1.160 millones de euros, tuvo una rentabilidad anual promedio del 27 por ciento en los últimos cinco años, lo que le convierte en el fondo de mayor rentabilidad del mercado español de fondos, según los datos registrados por Bloomberg.
El mayor fondo de Paramés, el fondo mixto de 1.500 millones de euros Bestinfond, tenía alrededor del 18 por ciento en valores españoles a finales de marzo, por debajo del 19 por ciento en diciembre y de alrededor del 50 por ciento en 2005. El resto está en renta variable europea o renta fija. Ha dado una rentabilidad del 25 por ciento en los últimos cinco años, superando al Dow Jones Stoxx 50.
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/224363/06/07/El-mejor-gestor-espanol-de-fondos-habla-de-desplome-immobiliario-y-tiempos-dificiles-.html
'Financial Times': “El sector inmobiliario español se está descalabrando desde marzo”
La prensa financiera internacional vuelve a cargar las tintas contra la situación inmobiliaria española. Este miércoles, vuelve a ser Financial Times en una de sus Lex Column a propósito del debut bursátil de Realia. Su diagnóstico es claro y contundente: “Desde marzo, el sector se está descalabrando”.
“No hay mejor indicador para la salud del mercado que su apetito por las OPVs. No hay sorpresa, pues, por el fuerte descuento del 26% del precio de salida de Realia Business, que debuta hoy en Bolsa, respecto al precio máximo minorista. Desde marzo, el sector se está descalabrando –incluso su compañía más grande, Metrovacesa, corre el riesgo de ser expulsada del Ibex 35-. Astroc Mediterráneo, que ha perdido un 80% de su valor los últimos tres meses, está preocupado por sus cuentas y ha cancelado una ampliación de capital de 2.000 millones de euros. A pesar de las últimas caídas, muchos valores cotizan aún 10 veces por encima de sus niveles de 2005.
“Hay mucho que decir al respecto. El precio de las casas creció un 7,2% interanual en el primer trimestre, su porcentaje más bajo desde 1998. Los precios en el mercado del alquiler vacacional están bajando. Y sobre todo, se espera que el stock de viviendas exceda a la demanda en más de 200.000 unidades. Algo más preocupante: quizás la confianza está siendo devorada por la corrupción y la confusión sobre la regulación. Para los propietarios de viviendas y los accionistas que han desfrutado de retornos estelares, salir corriendo puede resultar ciertamente tentador.
“Pero hay motivos para una pausa. La economía española no muestra signos de desaceleración: el PIB subió un 4,1% en el primer trimestre. Incluso los beneficios de las compañías inmobiliarias se están sosteniendo. Un ejemplo de ello son los gustos de Colonial, diversificando afanosamente desde los pisos hacia centros comerciales, oficinas y, cada vez más, vivienda allende los mares.
“La fuerza de la Eurozona parece ser la última cosa que el tambaleante mercado inmobiliario español necesita. Las constantes subidas de los tipos de interés en los dos últimos años están dañando una industria donde entidades, constructores y compradores están encadenados hasta el cuello y el ajuste del ciclo está lejos de terminar. El gasto en viviendas ya se está suavizando. La salida a Bolsa de Realia muestra que la demanda de los valores del ladrillo va a ir por el mismo camino.”
http://elconfidencial.com/cache/2007/06/06/99.html
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