miércoles, 3 de enero de 2007

ramoneda abril 2006

Leer, hablar y escribir
Paradojas de la política internacional. 1: Estados Unidos y Francia, que se oponen a que Irán desarrolle sus programas nucleares están ayudando a la India para que desarrolle los suyos. Tiene muy cerca al enemigo: Pakistán, que tiene fuerza nuclear, dicen como argumento. También Irán puede argumentar que Israel, con capacidad nuclear, no está lejos.
Paradojas de la política internacional. 2: Rusia, que está poniendo todas las dificultades para el acuerdo de autonomía entre Serbia y Kosovo, está apoyando a fondo la independencia de Montenegro. Por dos razones: Djocanoviv les ha vendido una planta de aluminio, la única industria de verdadero valor que tiene, y los rusos se están haciendo con la espléndida costa montenegrina. Y además, para los serbios la marcha de Kosovo es más grave que la de Montenegro: Es como si Cataluña perdiera Montserrat.
De momento todo el mundo cumple escrupulosamente el guión en el proceso de fin de la violencia. Casi se podría hablar de exceso de celo. A Batasuna le prohíben un acto y sus dirigentes apenas levantan la voz. Ahora sí que parece que todos tienen claro dónde está el final de trayecto. Y que para llegar a puerto habrá que tragar muchos sapos.
Otra ley de educación, otra más. Tampoco esta parece destinada a dar un marco estable para una generación. A la enseñanza creo que fundamentalmente hay que pedirle tres cosas. Que los chavales aprendan de verdad a leer, hablar y escribir. Todo lo demás se dará por añadidura.
¿Por qué los nuevos ricos del dinero fácil como el inefable Roca son tan horteras? Porque tienen que gastar mucho dinero para demostrar su poder y no tienen ni criterio ni gusto. Llenando la casa de fieras debía pensarse que era el Rey León.
Zapatero, 'match point'
Si el cambio de posición del fiscal del Estado —y del juez Marlaska, no lo olviden que es quién decide— en el caso Otegi es razón suficiente para que Rajoy vuelva al discurso de los engaños y las deslealtades, cabe pensar dos cosas: primera, que no había en el PP el menor deseo de crear un clima de cooperación de verdad; segunda, que Rajoy sigue bailando al ritmo del aznarismo. Y si es así, el PP se equivoca: la ciudadanía no quiere pellizcos en un tema tan serio. Hay en la derecha gente, capaz de pensar al margen del ruido de las ondas, que lo sabe perfectamente.
El día solemne del Estatuto catalán Zapatero se presenta tarde. Quiere evitar un choque con Rajoy que estropee los pasos dados en su encuentro del martes, dicen. Y quiere demostrar que, para él, el Estatuto ya es tema amortizado, página pasada. Ya tendrá oportunidad de desagraviar a los catalanes defendiendo el Estatut in situ. A Rajoy, en cambio, le convenía un rifirrafe parlamentario para dar carne a las fieras mediáticas que no paran de acusarle de tibio y entregado. ¿Y si Zapatero y Rajoy pactaran su teatro de encuentros y desencuentros para que todos los palcos de platea tengan su momento de gozo?
A Zapatero le llaman match point, como la película de Woody Allen, porque siempre la pelota acaba cayendo de su lado. Pero, como decía ayer un ex alto dignatario catalán, poco importaría de que lado cayera la pelota si Zapatero no hubiese corrido todos los riesgos para estar allí, esperando el alto fuego de ETA. Ahora es el PNV el que tiene una situación difícil. Puede que en un primer momento sea el principal perjudicado de una eventual legalización abertzale. Pero si sabe correr el riesgo de jugar a fondo la carta de la paz, a medio plazo la pelota caerá de su lado. Y, en cambio, si opta por el más miserable de los oportunismos, especulando con la violencia, puede pagarlo para siempre. Eso tiene traducción: Imaz contra Ibarretxe y Egibar. O el futuro contra el pasado, si se prefiere.
Escribe Jorge Wagensberg: Tratándose de la realidad, nada menos fiable que una verdad que no cambia.

La tristeza del superviviente
La clave de las movilizaciones de los estudiantes franceses está en su vulnerabilidad. Los estudiantes del 68 vivían de las familias o de las becas y tenían expectativas laborales. Los de ahora dependen mucho de recursos externos. Y ya en los años de Universidad experimentan la precariedad e inseguridad en que vive el mundo del trabajo. Así se explica, según el sociólogo alemán Axel Honneth, el carácter fundamentalmente social de la primavera parisina.
El mundo como apartheid. Un detalle: ¿qué les exigimos a los inmigrantes para que puedan venir a los países del primer mundo? Un contrato de trabajo. Exactamente lo mismo que los blancos sudafricanos exigían a los negros de los ghetos para que pudieran acceder a sus barrios durante los años del apartheid.
Hay nervios en el PNV por falta de protagonismo en el arranque del proceso del fin de la violencia. Y va cuajando un temor un poco fantasioso: que la izquierda abertzale acabe haciéndoles la pinza en el PSOE. Los expertos dirían que tiene una base de realidad: el primer criterio de voto de los electores, incluso en Euskadi, es su autoubicación en la izquierda o en la derecha, por mucho que se diga que todos son iguales.
Maragall habla y la arma. Esquerra Republicana "puede seguir" en el gobierno catalán, dice, aunque mantenga hasta el final su no al Estatut. ¿Será que el presidente tiene información privilegiada y sabe ya lo que los demás solo intuimos: que Esquerra votará sí en el referéndum estatutario?
Esta mujer no deja de impresionarme. Nunca dice palabras banales ni acude al sentimentalismo o a la retórica. Al saber la noticia del alto el fuego "sentí una tristeza especial: la tristeza del superviviente". Lo dijo Maite Pagaza en El País. El sufrimiento por la pérdida se dobla con un sentimiento de culpabilidad: ¿por qué sobreviví yo y no mi hermano? Lo sintieron también los supervivientes de Auschwitz y para muchos fue absolutamente insoportable.
La reunión ha ido muy bien
El escritor albanés Bashkim Shehu me propone un tema para debate: "El nacionalismo como fase superior del comunismo". Con tres casos prácticos: Rusia, Serbia y Rumania.
Pronóstico que me hace un amigo vasco: no habrá grandes sobresaltos en el proceso de fin de la violencia. Pero si algún susto, por ejemplo, en forma de comunicado de ETA con alguna exigencia disparatada.
La reunión Zapatero-Rajoy habrá defraudado a los partidarios de emociones fuertes. Ni ha ido mal ni ha acabado con besos y abrazos. Y, por supuesto, no ha servido para que se hicieran grandes revelaciones públicas. O sea que ha ido muy bien. Rajoy tendrá la información necesaria. Y Zapatero seguirá su guión. Lo demás ya forma parte del sentido de la responsabilidad de cada uno. Por eso les juzgaremos.
Todo la prensa publica hoy una foto de Benjamín Netanhayu ante el Muro de las Lamentaciones rodeado de cámaras, acomodando el gesto a la señal de los fotógrafos. Hablan de fe y se trata de marketing electoral. Eso es lo que ocurre cuando religión y política se contaminan mutuamente.
Los jóvenes franceses insisten. Y sus mayores hacen el ridículo. Villepin insiste en llevar su reforma a puerto contra viento y marea. Y Sarkozy rompe la lealtad gubernamental y se va de campaña electoral. El drama es que, enfrente, no hay alternativa. A lo sumo la incógnita de Segolène Royal. ¿Una mujer en la presidencia de la República? Quizás sería la manera de que Francia volviese a sentirse vanguardia y renovara las señas de identidad perdidas.
Escribe Jorge Wagensberg: "Las verdades se descubren; las mentiras se construyen". Así en la ciencia como en la política.

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